Una lectora que prefiere mantenerse en el anonimato me ha consultado sobre una historia que resumiré brevemente:
Chico ligón (no sólo guapo, sino con muchas más virtudes -"un partidazo, afirma"-) aparece un día con una nueva pareja, también muy atractiva, aparentemente dulce, etc. Pero que resulta haberlo "puesto firme", y se pasa el día criticándolo y corrigiéndolo, mientras él se encuentra coladito por ella y traga "lo que le echen". ¿Qué explicación tiene?
Bueno, la historia en sí, el paso de ligón a calzonazos, es común; sólo hace falta que se tope con alguien que le guste y que al mismo tiempo no beba los vientos por él como la mayoría, que le de caña, y así le engancha y se vuelve un perrito faldero. De hecho, ello también se cumple con las chicas muy atractivas.
Ahora bien: lo que me resulta interesante en estos casos no es, como a casi todo el mundo, el papel del "dominado". Sino el de el "dominador", sobre el que tengo una teoría: o es un (una) cafre, o en realidad el dominado (ese chic@ tan guapo, tan simpático, tan ligón, tan todo) no le gusta. Y sí, existen los cafres, pero esta situación suele deberse al segundo motivo. ¿Absurdo? Me explico:
Hay una ley universal que suelo enunciar así: "una cosa es lo que decimos que queremos; otra, lo que creemos que queremos; y otra lo que realmente queremos". Porque, por un lado, tenemos mucha programación no evolitiva; y, por otro, desconocemos muchos de los mecanismos que nos provocan atracción.
Esta idea, además, es más extrema en el caso de las mujeres, pues habéis estado expuestas siempre a mayor programación social y más afectadas por el "qué dirán". De hecho, si bien hay muchos tipos de hombres (en cuanto a personalidad), y a unas os gustan unos y a otras otros, todas os referís casi a exactamente lo mismo cuando habláis de "el chico perfecto". Ya que es algo inducido, externo a vosotras, vuestra personalidad y vuestros gustos reales.
Por eso es habitual ver a una mujer que termina cayendo en las redes de un hombre que parece del montón afirmando "no sé qué me hizo", o que bebe los vientos por uno muy alejado de lo que teóricamente es su "tipo" ideal. Simplemente, estos individuos cumplen leyes de atracción normales, pero que a menudo desconocéis o negéis (o, peor, ambas cosas).
Y claro, si aparece el tío teóricamente "perfecto", se corre el riesgo de que suceda lo contrario, como en la historia: que una chica se sienta perfectamente acompañada y complementada por él, y así lo lleva, como un adorno. Un adorno que realmente le sirve estéticamente y para darse valor ante los demás, pero que realmente no le atrae.
Por eso siempre está intentando cambiarlo, corregirlo, con el quimérico fín de convertirlo en el chico que realmente le guste. Todo ello, claro, en un proceso probablemente inconsciente y que nunca alcanzará su cometido.
Para terminar, repito la idea principal, aconsejando que penseis sobre ella: no sólo lo que decís que os gusta no tiene por qué ser lo que creéis que os gusta, sino que eso que creéis que os atrae, a veces tampoco coincide con lo que realmente lo hace.
Un beso,
Alfred
seduccionpractica@hotmail.es
Y cuando lo amolda su gusto qué??
ResponderEliminarNO me parece descabellada tu teoría, pero eso podría estar poniendo a esta mujer, en este caso, con un sentimiento d frustración e insatisfacción.
A lo mejor me paso, pero ya que estamos, desmenuzamos más el asunto, no?
Saluditos.
"Por eso siempre está intentando cambiarlo, corregirlo, con el quimérico fín de convertirlo en el chico que realmente le guste."
ResponderEliminarNunca llegará ese momento, pues siempre habrá algo que no le guste de él. O mejor dicho, encontrará algo que crea que no le gusta.
Al igual que un enamorad@ verá pocos defectos en su amad@, alguien en esta situación, el otro polo, proyectará ("desplazará") su "NO atracción" a supuestos defectos del cónyuge, encontrando siempre otros nuevos por muchos que éste vaya "corrigiendo". Siempre intentando inconscientemente convertir a la pareja en alguien que le atraiga.
Espero haber sido ahora más claro y haberlo desmenuzado mejor. Sino, sigo siempre a vuestra completa disposición...
Alfred
Vivan las mujeres que ayudan a MADURAR a los niñatos.
ResponderEliminarHacen una gran labor social. Porque ellos solitos, nada.